25 Abr Elena+Enric
Así que pusieron su mejor sonrisa e hicieron como si no pasase nada.
Lo primero que verían los invitados al llegar al Castell de Tamarit sería el precioso y recién restaurado por ellos, Plymouth Sport Fury del 65. Así que colocaron el coche y tras preparar el montaje que tenían pensado, empezaron con los preparativos.
Llegaron las damas de honor y con ellas la fiesta. Y dejó de llover. Tras una explosión de emociones y celebrar la ceremonia en la capilla del castillo, el hermano de Enric les tenía preparada una sorpresa. Les había cafeteado un Yamaha SR250 al estilo Impala. Sencillamente brutal. Amo las bodas con olor a gasolina, creo que ya lo he dicho en algún otro post.
Aperitivo en la piscina amenizado con la música de Molly & the Wedding Company y a continuar la fiesta en la sala. Fiesta, sí, por que no fue una cena normal… bailes desde el primer momento, carreras para abrazarse de una mesa a otra… hasta llegar a la fiesta final, una auténtica explosión de alegría.
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